domingo, 24 de octubre de 2010

Preguntas para un día cualquiera (I)

¿Por qué el presidente de la comunidad valenciana, Francisco Camps, se presenta de nuevo a las elecciones, siendo uno de los imputados en el mayor caso de corrupción de este país (Gürtel)? Y, siendo así, ¿por qué ha obtenido la mayor intención de voto de su carrera? ¿Por qué la ex concejala de asuntos sociales de Madrid, Ana Botella, dice que es complejo tener limpia la ciudad a causa de los vagabundos que duermen en la calle? ¿Por qué el tan presidente de la diputación de Castellón como imputado por corrupción, Carlos Fabra, dice ante un tribunal que no tiene ni idea de cómo ganó 3,6 millones de euros en un año? ¿Por qué el PP dice que la caja de la seguridad social se rompe al pactar el PSOE con el PNV, si en 1996 el propio Mariano Rajoy hizo lo mismo? ¿Por qué el presidente de los empresarios de España, Gerardo Díaz Ferrán, se permite dar elocuentes lecciones de economía al gobierno y al pueblo (textualmente: “Hay que trabajar más y ganar menos.”) cuando él es experto en arruinar empresas, no pagar a empleados, y dejar en la calle a más de 3000 personas en menos de un año (Air Comet, Viajes Marsans, Newco, Madrid Vision, Seguros Mercurio, entre otras)? ¿Por qué la valiente y altiva periodista Isabel San Sebastián dice que Suecia sí cumple expectativas de futuro, mientras en España se pierde el tiempo removiendo el pasado (Ley de Memoria Histórica), cuando en Suecia se votan partidos de extrema derecha? ¿Por qué el alcalde de Valladolid, León de la Riva, cree que hacer comentarios  machistas en relación a la ministra de sanidad –dignos de llevarle a ostentar el puesto de mayor rango entre los imbéciles– no tendrá consecuencias en este país? Y, ¿por qué el alcalde de Valladolid tiene razón respecto a la anterior pregunta? ¿Por qué el PP asegura que la crisis la creó el gobierno socialista, cuando más de dos millones de parados son precisamente los extranjeros reclutados  para trabajar en la construcción durante la época del “ladrillazo” del PP? ¿Por qué Aznar se pasea por Melilla hablando de la mala gestión del gobierno español para con Marruecos, cuando como presidente jamás pisó el continente africano (tan solo tuvo que ver con Marruecos cuando expulsó a unos pastores del islote de Perejil gastándose millones de euros del contribuyente)? ¿Por qué el senador del PP, Juan Van Halen, tiene la desfachatez de decir ante el Senado que tan solo murieron 10 personas durante la construcción –18 años– del Valle de los Caídos, y que los presos republicanos preferían trabajar allí puesto que era un trabajo “fácil”? ¿Por qué tengo que dejar que con mi dinero se pague la inminente visita del Papa a Barcelona, valorada en más de 60 millones de euros? ¿Por qué podría escribir otras cien preguntas más sin querer saber la respuesta? Y sobre todo, ¿por qué aguantamos tanta estupidez y falta de sentido común?

jueves, 21 de octubre de 2010

Los sentados (Old Post 2009)

Rimbaud, uno de los seis poetas malditos, pasó a la historia como uno de los autores que marcaron de manera contundente el movimiento simbolista, y es mi poeta favorito. Solemos usar bellas y elocuentes palabras para describir sus escritos, pero a la postre, ese joven de Charleville -pequeña ciudad francesa donde nunca pasaba nada- se presentó ante la sociedad como un gamberro irritante, un tipo grotesco e insolente. Pero genial. Aunque lo importante reside en el propio hecho de ser genial, para que de ese modo la parte mala de tu personalidad no destiña demasiado en tu vida. Ni en los libros de historia que te recordarán para la posteridad... Bien, voy a lo que iba, que me pierdo: cojamos ahora como ejemplo a esos señores que escriben con tanta facilidad sus (peligrosas) opiniones en periódicos como el ABC, El Mundo, La Razón o, por supuesto, La Gaceta (no sé si llamar a éste último periódico, para mi es como comparar una cucaracha con una rosa del desierto). Estos señores (Ussía mofándose de las críticas acerca de los ridículos 12.000 euros de los trajes regalados a Camps –olvida rápido el señor Ussía que muchos españoles no ganan eso en un año– Losantos soltando lo de “Al-Qaeda no necesita en España un partido capitulacionista, antiamericano y antioccidental porque ya existe: la Izquierda del No a la guerra” o Vidal en su momento más ingenioso: “Valencia y Baleares serán para los nacionalistas catalanes lo mismo que para el nacionalista Adolf Hitler eran Austria y Checoslovaquia”, y me paro aquí porque lo mismo están ustedes comiendo y podría cortarles la digestión.)  todos muy cultos y grandes oradores, pero que jamás tendrán la más mínima nota de genialidad. Es imposible, pues su propio ser desprende una fuerza, una especie de aura contraria a cualquier forma de talento.

Saben escribir pero desconocen el sentido y la belleza de la palabra. Han aprobado con matricula sus estudios, pero suspenden diariamente en clase de sentido común. Creen que el ataque es la mejor defensa, pero olvidan que la pelea que se gana es la que se puede evitar. Si le añadimos al tema que siempre están furiosos y a la defensiva, encarados con la propia naturaleza del hombre, que sus orondos y rojizos rostros transpiran una continua agresividad, la cosa no mejora mucho. Como decía Aristóteles: “Cualquiera puede ponerse furioso. Eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, con la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, eso, no es fácil.” La conclusión es que estos señores nacieron enfadados contra el mundo (es fácil imaginarse que contra ellos mismos también), pues sufren una penosa enfermedad llamada tremendis cabreus, agravada por un síntoma de amargurus horribilis... y claro, eso no es bueno. Así que para aliviar tanto sufrimiento, se dedican a verter basura sobre los individuos que solo desean –y a veces solo sueñan con– ser libres, vengándose sistemáticamente antes de ser víctimas, como para paliar consecuencias que nunca existirán, un poco como cuando Aznar apoya bombardear y matar a miles de personas en Irak “por si acaso” (es lo que tienen los “ataques preventivos”). No obstante, espero que un día se den cuenta estos señores de que en muchas ocasiones no consiguen hacer daño. Ya no. El tiempo ha pasado (aunque añoren otra época y les joda) y gracias a los esfuerzos de muchos, hoy ya no caben escondites ni máscaras, pues todo acaba por saberse. La verdad llega tarde o temprano, como una apisonadora; lenta, pero contundente. Hasta entonces, señores, permanezcan sentados.

Agenda semanal de la Iglesia (Old Post 2009)

LUNES: Campaña contra la ley del aborto. Factura: 250.000,00 euros –sacados del bolsillo del contribuyente– para sufragar los costes de 200 carteles publicitarios que muestran a un bebe gateando y un cachorro de lince ibérico. Un cartelito sobre el animal reza: “especie protegida”, mientras el niño se pregunta: “¿Y yo? ¡Protege mi vida!”... en un intento de demostrar a la gente que el gobierno protege más al lince que a los niños.
MARTES: El Papa llega a África –país con más de 30 millones de seropositivos y 6000 muertes diarias– y suelta la perla que todavía tenemos en mente: “el preservativo no es la solución ante el problema del SIDA”. Siento todavía tanta vergüenza que no puedo ni pronunciarme.
MIÉRCOLES: El Vaticano se opone a la propuesta presentada ante la ONU en nombre de los 25 países de la Unión Europea para la despenalización de la homosexualidad en el mundo.  En más de 70 países, dichas leyes llevan directamente a la cárcel a quien comenta el “crimen” de optar por una orientación diferente. En 8 de ellos puede suponer ser ejecutado. En otras palabras, la Iglesia asume y apoya la tortura y la pena de muerte. (2005; recordarán la imagen de dos  chavales iraníes -uno de ellos menor de edad- ahorcados por ser homosexuales).
JUEVES: He aquí uno de los nuevos mandamientos de la Iglesia: Hay que  evitar los riesgos de manipulación de la verdad histórica y de la opinión pública en favor de pretensiones particularistas o reivindicaciones ideológicas”. En otras palabras: “Más te vale no querer conocer el paradero de miles de hombres fusilados y enterrados en fosas comunes durante la época franquista, pues eso ya no vale de nada”.
VIERNES: El Vaticano apoya la decisión de Berlusconi de interferir en el llamado “Caso Eluana”. Il Cavaliere consiguió que se establezca en tiempo record una ley que impida a los médicos dejar de alimentar enfermos en estado vegetativo, pese a la voluntad de los padres, pues esa decisión solo puede ser tomada por el propio enfermo. Por tanto solo cabe esperar, tal y como se comentó, “un milagro”.
SÁBADO: Gran ofensiva de la Iglesia española en contra de la ley sobre las clases de Educación para la Ciudadanía. Eso de que los maricas se puedan casar, ni hablar. Puede ser una ley de nuestro estado, pero en nuestras instituciones mandamos nosotros. ¡A objetar, se ha dicho!
 DOMINGO: Rechaza el diálogo y la negociación de paz con ETA. Pues  “el terrorismo es una práctica intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida justa y razonable” (Aunque existen excepciones: si el PP es el que negocia como cuando mandaba Aznar, entonces ya no es tan perverso.)
LUNES: vuelta al combate.